Importancia de ir a la iglesia

Crecí en un hogar Cristiano, pero no siempre he sido súper entusiasta con lo relacionado a la iglesia. No siempre estaba segura de lo que significaba para mí. Incluso, llegó un momento en que me preguntaba por qué creía en lo que creía. Yo no quería ser tan ingenua como para pensar que sólo porque se trataba de la única fe que conocía, era el mejor camino, el único camino. ¿Si yo hubiera nacido en una familia budista, acaso no estaría segura de que era el camino espiritual correcto? ¿Cuánto de mi fe era simplemente un reflejo de lo que era importante para mis padres?

Así que eché un buen vistazo a lo que los demás creían y no creían. La lectura, visitar los lugares de culto, hablar con la gente, he aprendido mucho e hice amigos interesantes. Habían realmente dos preguntas aquí: ¿Por qué debo ir a la iglesia? y ¿Por qué creo lo que creo? ¿Cómo podría responder a la primera pregunta sin responder a la segunda?

Un profesor de la universidad me dijo una vez que de la frustración viene el crecimiento. Y frustrada me sentía. Examiné las creencias sobre el origen del universo, el libre albedrío, la vida después de la muerte, y la restauración de las faltas. Comparar y contrastar diferentes religiones puede dejarle a uno una sensación completamente a la deriva, como si todas las religiones son sólo mitos que ayudan a las personas a dormir por la noche y que el universo realmente es al azar.

Entonces examiné los maestros y fundadores de las religiones. Mi recorrido mental de las religiones del mundo me dio una nueva perspectiva y me permitió descubrir algo extraordinario. Jesús es verdaderamente única de entre las figuras religiosas. No sólo es un buen hombre, maestro sabio o profeta. No es sólo un iluminado. En realidad, al leer Sus palabras registradas en la Biblia, Él es exactamente lo que dijo que era, o estaba loco. Leyendo Sus palabras en la Biblia, no encontré ni un mentiroso ni un lunático. Y leyendo las promesas con respecto a Él en la Biblia hebrea escrita siglos antes, yo estaba impresionada de lo bien encajan las piezas.

Este Jesús se sacrificó por mí, en lugar de exigir el sacrificio de mí. Este Jesús tiene todo el poder y el conocimiento, y sin embargo me ama como a un amigo. Este Jesús no es remoto, pero íntimamente relacionado conmigo. Él me completa, me muestra de dónde vengo, y le da un propósito a mi vida, y me muestra adónde voy. Él me transforma, me da fuerza cuando soy débil, y la vida juntamente con Él cuando puso fin a esta vida terrenal.

Mi certeza de que esta es la Verdad no es por evidencias. No se trata de sentimientos, aunque los tengo. No se trata de simplemente ayudarnos a dormir por la noche, aunque yo tengo la confianza y la esperanza que está más allá del entendimiento. Mi relación con Jesús – una relación interactiva – es más que la suma de las partes. Él me ha reclamado como suyo. Sé que no podía creer en Él por mi cuenta, pero creo que Él vino a mí primero. Todo lo que tenía que hacer era reconocerlo. Simplemente tomé Su mano ya extendida.

Algunos de mis amigos me llaman una loca por Jesús. Dicen que todos los caminos conducen a Dios, yo digo que el camino de Jesús conduce a todas las personas. Hay cada vez menos cristianos en la sociedad. Yo siento que en el siglo 21 estoy tomando el camino menos transitado, pero tengo que decir que ha hecho toda la diferencia. Toda la diferencia en mi vida, y la diferencia en la forma en que veo y elijo estar involucrada en la iglesia Cristiana.

E involucrado elijo estar. ¿Por qué? ¡Porque puedo! Cuando voy a la iglesia para el servicio, puedo presentar mis miedos y fracasos, y Jesús los lava. Puedo ser transformada, hecha nueva por Su Espíritu. Puedo participar cantando y orando con otros que, por causa de Jesús, son como mi familia. Salgo de la iglesia sonriendo y tarareando, lista para enfrentar otra semana… ya que con Jesús, puedo.

No debemos olvidar que la razón más importante por la cual asistimos a la iglesia es de llenar nuestra necesidad espiritual. 

Jesús, en el Sermón del Monte, lo enfatizó en Mateo 5:3, resaltando que el ser pobre de espíritu es debido a que tenemos una necesidad que sólo Dios puede cubrir en nuestras vidas. Dios, a través de Su palabra y del Sacramento de la Cena del Señor nos alimenta y sustenta nuestras vidas vacías, llenas de pecado y afectadas por el diablo, el mundo y nuestra carne pecaminosa. 

Ésta es y seguirá siendo la razón más importante por la cual cada persona comprometida en los caminos del Señor debe tener presente. Así sea nuestra manera de apreciar todo lo que viene de Dios y sentirnos como lo manifestó el rey David en el Salmo 84:10. Cuando entendemos claramente la razón principal de asistir a la iglesia, hemos iniciado el camino hacia una sólida relación con Nuestro Señor Jesucristo, ante el cual toda rodilla se doble para la gloria de Dios Padre, Filipenses 2:10-11.

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Crédito: Extracto del folleto Why Should I go to Church?, escrito por Tara Mulder (educadora, escritora y artista), para Lutheran Hour Ministries (LHM) // Copyright © 2003 Int’l LLL . Revised 2011. Traducido al español por Cristo Para Todas Las Naciones (subsidiaria de LHM, en Panamá).