Al lado de Jesús

Ante las dificultades es muy común preguntarnos por los motivos del sufrimiento. Constantemente escuchamos la pregunta: “¿Qué hice para merecer esto?” La mayoría de las personas, incluso las religiosas, creen que no son merecedoras de sus sufrimientos. En realidad, sería mucho más saludable preguntar por la finalidad para la cual Dios le está imponiendo dicho sufrimiento. Dios siempre tiene lecciones para enseñarnos. No juzgue a Dios por injusto porque El permite que tengas cierto sufrimiento. Al contrario, ¡Confía en Él! Busca descubrir lo que Él quiere decirte. Esto acortará tu sufrimiento. Eso podrá convertir las causas del sufrimiento en un bendecido camino por el cual el Señor Dios quiere conducirlo.

Oremos: Querido Dios, ayúdame a comprender Tus planes para que yo pueda andar a Tu lado, especialmente cuando el sufrimiento venga sobre mí. En el nombre de Jesús. Amén.

“Él da fuerzas al cansado, y al débil le aumenta su vigor” (Isaías 40:29)