Camino a la felicidad

Debes haber escuchado hablar del Sermón del Monte, cuando Jesús dice: “Dichosos los pobres en espíritu, porque el reino de los cielos les pertenece. Dichosos los que lloran, porque serán consolados”.

El camino a la felicidad empieza con el reconocimiento de nuestros errores. Jesús, el Hijo de Dios, es el único que puede cambiar esta situación de infelicidad. Todo aquel que reconoce su pobreza espiritual y que llora por sus errores encuentra en Jesús un Dios que se compadece y nos cuida. Quien antes era pobre, a través de Jesús es transformado en un rico espiritual. Quien antes lloraba por sus errores, se alegra con la salvación que Jesús ofrece.

Oremos: Querido Jesús, deseo oír Tu voz. Enséñame a buscar diariamente Tu reino y a reconocer mi pobreza espiritual. Ayúdame para que, en medio a las lágrimas, yo pueda encontrar consuelo en Tu Santa Palabra. Amén.

 

Lee en tu Biblia: Mateo 5:1-4