Promesas de Dios: se convierten en nuestra realidad

Estamos viviendo la expectativa de más una elección en nuestro País. Oímos a los candidatos decir: «Si me eligen a mi, voy a construir, reformar, invertir, punir, ayudar» y de ahí para más. O sea, presentan sus promesas tratando de convencernos que serán realmente nuestra mejor elección. ¿Todavía crees en esas promesas? Será que cuando sean electos, ¿se acordarán de lo que prometieron?. Debes saber que Dios jamás promete algo que no cumplirá, y nunca se olvida de ninguna promesa hecha. Lo que Él promete, ¡Él cumple! Y Él cumplió Su mayor promesa, la de mandar al Salvador Jesús para morir por nosotros. ¡Confía en Él!

Oremos: Amado Dios y Padre, ayúdame a conocer Tus promesas y a confiar plenamente en Tu palabra de Verdad. Por Jesucristo. Amén.

Lee en tu Biblia:
Salmos 119:49-56