Perdón

Todos concuerdan que perdonar no es una tarea fácil. Nuestro corazón tiene una tendencia a guardar dentro de sí rencor y dolor. Y esto ¡no es bueno! Afecta nuestra relación con las personas y también afecta nuestra salud física y espiritual. El primer paso para perdonar es querer de hecho que esto suceda. Y dejar de lado el orgullo herido y mirar con amor y piedad para la persona que nos lastimó. Además de esto, es necesario conocer a Jesús. Él murió para perdonarnos. Y cuando estaba muriendo en la cruz expresó la frase que todos escuchamos alguna vez: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34) Además de perdonar nuestros pecados, Él también nos enseña a perdonar. ¡Practica el perdón! Acuérdate que, si Dios no te hubiera perdonado, tu alma estaría condenada al infierno. Gracias al perdón conquistado por Cristo estás salvo. Comparte este perdón con tu prójimo y te sentirás más liviano, libre y alegre. Cristo te dará la fuerza que necesitas para perdonar.

Oremos: Amado Dios y Padre, gracias por perdonarme. Gracias a Tu perdón siento dentro de mi corazón el deseo de perdonar a mi prójimo. Ayúdame a concretizar este deseo y alivia de mi corazón todo este dolor. Amén

“Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:33)