Camino a la recuperación

El camino para la recuperación emocional empieza al momento en que podemos vernos como hijos e hijas de Dios. No existe mejor antídoto para la recuperación crónica, que aceptar el hecho de que somos seres creados para vivir en paz con Dios, en paz con nosotros mismos y en paz con nuestros semejantes. Al aumentar el nivel de aceptación de esta verdad, disminuye el riesgo de vernos envueltos por el círculo vicioso de las preocupaciones. Recordemos siempre que Jesucristo es el camino, la verdad y la vida. 

Oremos: Señor Dios, es bueno saber que somos creados para la felicidad. Ayúdanos a vivir felices a pesar de las dificultades. Amén. 

“Y por ser sus hijos tendremos también parte en la herencia que Dios nos ha prometido, la cual compartiremos con Cristo, si en verdad sufrimos con él para después estar con él en su gloria”. Romanos 8:17