Felicidad, ¿quién no la quiere?

¿Eres una persona feliz o está faltando algo para que puedas sentirte feliz? Diariamente, por medio de la publicidad, de los medios de comunicación nos presentan varios caminos para que encontremos la felicidad: casa nueva, un vehículo nuevo, ropa nueva, etc. Todas las publicidades tienen en común la idea de que la felicidad le acompaña a aquellos que poseen los bienes tan deseados. Pero, entonces, ¿por qué existe tanta depresión y tristeza en el corazón de las personas? Sucede que la verdadera felicidad solamente encuentra quien realmente conoce y vive en comunión con Dios. Él envió a Jesucristo para que nuestra vida sea eterna, y también nuestra felicidad durará para siempre. Confía en Dios, deja tu vida a Su cuidado, y tendrás el perdón, la vida eterna y la felicidad regalada por Dios.

Oremos: Querido Dios, no permitas que yo me aleje de Tu Palabra. Ayúdame a seguir el sendero del verdadero camino a la felicidad: Tu Santa Palabra. Amén. 

“El Señor cuida el camino de los justos” (Salmos 1:6)