No somos fieles

Dios es fiel. Una expresión corta, pero que nos llena de alegría porque sabemos que podemos contar con Dios siempre. Él siempre cumplió y aun cumple sus promesas. Así es Dios. Lastimosamente no podemos decir lo mismo de las personas. Es difícil encontrar una persona con quien podemos contar en cualquier situación, ni siquiera nosotros conseguimos ser fieles. Prometemos a Dios que no vamos a pecar, y aun así, siempre de nuevo terminamos pecando. Necesitamos aproximarnos cada vez más a Dios y pedirle que mejore nuestras cualidades, entre ellas la fidelidad. Es muy bueno y consolador saber que Dios cumple sus promesas. Él prometió que todo aquel que confesar sus pecados y confiar en Jesucristo como su Salvador personal tendrá la vida eterna.

Oremos: Misericordioso Dios, gracias por Tu fidelidad. Pido perdón por mi infidelidad. Yo necesito Tu perdón, pues solamente así tendré una vida plena y salvación eterna. Amén.

“Todos se han ido por mal camino; todos por igual se han pervertido. ¡No hay quien haga lo bueno! ¡No hay ni siquiera uno!” (Romanos 3:12)