Seguridad para vivir el hoy y el mañana

Las personas conviven diariamente con certezas e incertidumbres. Dicen algunos que vivir con este contraste es importante, pues genera una expectativa a respecto del futuro y no nos permite quedarnos acomodados. Para los cristianos, sin embargo, cuando el asunto es la vida después de la muerte, existe la certeza de haber sido alcanzados por las bendiciones de Dios, entre ellas, la Salvación por medio de Jesucristo. Esto renueva las esperanzas a cada momento, teniendo presente nuestro encuentro con Dios después de partir de este mundo. Felices son aquellos que creen en estas bendiciones de Dios, pues sus vidas son transformadas de la oscuridad en luz.

Oremos: Padre Celestial, ayúdame a siempre vivir la certeza de que Jesucristo es mi Señor y Salvador.

“Estoy convencido de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente ni lo futuro” (Romanos 8:38)