Seamos agradecidos

 ¿Cuántas veces dijiste “gracias” hoy? ¿Muchas o pocas veces? En nuestro día a día podemos encontrar personas muy distintas, algunas que no saben agradecer o pedir “por favor”. Pero a todos nos gusta cuando nos agradecen o nos piden las cosas con educación. Y por hablar de gratitud, ¿ya le has agradecido a Dios? Detente por un momento y piensa un poco sobre algunos motivos por los cuales deberíamos agradecer a Dios: el empleo, el alimento, el estudio, la seguridad, la lluvia, el sol, el vehículo… y esa lista es interminable. Sin embargo, lo más importante por lo que debemos agradecer a Dios, es porque Él nos libró de la muerte eterna a través de Jesucristo, quien murió en la cruz por nosotros. Esa fue la mayor prueba de amor que alguien podría darnos. Por eso, agradece a Dios siempre, todos los días, porque estás vivo y porque tenemos un Dios tan maravilloso.

Oremos: Querido Dios, gracias por todo lo que me das. Estoy agradecido porque me amas mucho y porque enviaste a Tu Hijo Jesús a morir por mí. Amén.

Lee en tu Biblia: Salmos 66:1-9