Seamos perseverantes

Desistir delante de la primera dificultad o adversidad nos convierte en personas desconfiadas e inseguras. El libro Bíblico de Santiago nos orienta: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia”.  Las dificultades a las que nos enfrentamos hoy día, por tratar de vivir según la voluntad del Padre Celestial, nos serán de gran utilidad en días futuros. Por amor, y con miras a nuestro propio bienestar, el Padre Celestial permite que pasemos por dificultades. Con ellas aprendemos a conocer mejor Su amor y a fortalecer nuestra confianza en Sus promesas de amor, perdón y compañía de Cristo.

Jesús pasó por las peores aflicciones para darnos la salvación. Él conoce nuestros sufrimientos y nos promete alivio y vida eterna. Con Jesús podemos vivir en Paz.

Oremos: Ayúdanos, Señor, para que podamos enfrentar las adversidades de la vida cristiana, fundamentados en tus amorosas promesas. Amén.