Regla de oro

¿Qué esperas de otras personas? ¿Respeto, educación, consideración y amor? Todos esperamos esto, pero ¿será que tú estás dispuesto a ofrecerles lo mismo a ellas? Muchas personas afirman que tratan a los demás como son tratados. ¿Será que este es un buen principio? ¡No! El principio correcto es lo que Jesús nos enseñó: “Así pues, haced con los demás lo mismo que queréis que los demás hagan con vosotros…” (Mateo 7:12) Esa es la regla de oro. Tienes en tus manos la posibilidad de mejorar el ambiente donde vives. No te dejes contaminar por el mal humor de los demás. Acuérdate de cuanto Jesús te ama. Él es tu amigo. Él te capacita para ser una persona mejor y más humana.

Oremos: Amado Dios, ayúdame a ser una persona mejor a cada día. Que yo sea una luz en mi ambiente de trabajo y en mi familia. Que Tu luz brille a través de mi vida. En el nombre de Jesús. Amén.

“Así pues, haced con los demás lo mismo que queréis que los demás hagan con vosotros. Esto es lo que mandan la ley de Moisés y los escritos de los profetas” (Mateo 7:12)