Un oasis en el desierto

Nuestra vida es un verdadero ajetreo. El día parece que está más corto. Estamos siempre retrasados o muy ocupados. Nuestra energía va siendo absorbida y muchas veces nos sentimos “un pedazo de basura”. ¡Es necesario recargarnos! ¿Dónde encontraremos fuerzas para enfrentar nuestro día a día? Solamente en Jesús. Él es como un oasis en el desierto de la vida. En Él encontramos el agua que sacia nuestra sed. Él es el pan de nuestra vida. Quien se alimenta de Él está listo y es apto para enfrentar, y, si es de Su voluntad, vencer los desafíos y las dificultades. ¡No tengas miedo! Jesús es la fuente de tu fuerza. Confía en Él. Lee la Sagrada Biblia, con toda seguridad, allí encontrarás lo que necesitas para renovar tus fuerzas.

Oremos: Amado Dios, yo te agradezco porque has providenciado un oasis en mi vida. Sé que en Cristo encuentro la fuente de agua viva. En Él mi vida es transformada y fortalecida. Ayúdame a confiar en Él y a estudiar Tu Santa Palabra. En el nombre de Jesús. Amén

“Me he visto angustiado y en aprietos, pero tus mandamientos me alegraron” (Salmos 119:143)