Dad a César lo que es de César

 Es muy conocido el dicho de Jesús: “Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios”. Jesús no sobrepone un poder sobre otro, sino que pide que tanto el poder civil como el poder espiritual sean obedecidos. La comprensión de esta idea nos lleva a cumplir las leyes de nuestro País no solamente por miedo a una punición, sino porque respetando las leyes estaremos también sirviendo a Dios. Por lo tanto, además de respetar nuestras autoridades debemos pedir a nuestro Dios que todos los que ejercen la autoridad sean justos y preocupados por atender las necesidades del pueblo. Y no nos olvidemos de orar para que la autoridad espiritual encuentre siempre su fuerza en la Palabra de Dios, y así siga anunciando y viviendo el gran amor y perdón que Jesús trae a todos los ciudadanos.

Oremos: Amado Salvador Jesús, gracias por la protección que nos das por medio de nuestro País. Ayúdanos para que la justicia y la paz estén siempre presentes y que Tu amor pueda seguir siendo anunciado. Por el amor de Jesús. Amén.