Una unión sólida

Ninguna institución humana es tan importante como el matrimonio. La vida matrimonial, muchas veces tan despreciada e incluso ridicularizada y considerada pasada de moda, seguirá siendo la institución más importante para dar equilibrio, personalidad y estructura a cualquier ser humano. De uniones sólidas, donde prevalecen valores como el respeto, amor, comprensión, dignidad y sacrificio, resultan personas felices, maduras, equilibradas e importantes en cualquier segmento de la vida humana. La dureza del corazón humano que se deja engañar por las traiciones del mundo, es la razón por la que tantos experimentan el fracaso de su vida matrimonial. Luchar contra eso y buscar una unión sólida, en la que el hombre y la mujer se sientan felices y realizados, y en la cual los hijos nazcan y se desenvuelvan con las mejores condiciones, es la finalidad de Dios al instituir el matrimonio. Es necesario encontrar fuerzas en Cristo para luchar contra tus debilidades y constituir hogares donde la gran noticia del amor de Dios motiva a las personas y les asegure la vida eterna.
Oremos: Grandioso Dios, elimina la dureza de mi corazón, llevándome a un arrepentimiento diario, dándome una nueva disposición para hacer tu voluntad que resulta en vida. Amén.

Lee en tu Biblia: Mateo 5:30