Hay tiempo para todo

Somos esclavos del tiempo. Con eso, terminamos dejando de lado aspectos importantes de nuestra vida. La salud es dejada para después, el relacionamiento familiar y la educación de los hijos también. El aspecto financiero está en primer lugar. Cuidado con esta trampa. Ella puede destruirte. Sin duda el dinero es necesario y sin él las cosas se ponen difíciles. Pero, solo el dinero no es seguridad de felicidad. Acuérdate del texto Bíblico: “Todo en este mundo tiene su tiempo; cada cosa tiene su momento”. Pero, por encima de todo está Dios. ¿Cuánto tiempo vienes dedicando a Él? Él es el número uno. Él necesita estar en primer lugar en tu vida. Fue Él quien envió a Jesús para morir por tus pecados. Él te dio la vida, el perdón de los pecados y todo lo demás. Dedícale tiempo a Él y las demás cosas serán añadidas a tu vida.

Oremos: Amado Dios, pido perdón por las innúmeras veces que te puse en segundo plano. Ayúdame a ponerte siempre en primer lugar. Pido que me des sabiduría para gerenciar mí tiempo de la mejor manera. En el nombre de Jesús. Amén.

“En este mundo todo tiene su hora. Hay un momento para todo cuanto ocurre” (Eclesiastés 3:1)