La seguridad viene de la cruz

¿Qué te hace sentir seguro? ¿Tu situación financiera? ¿Tu formación académica? ¿Tu salud? ¿Tu familia? Si son éstos los motivos de tu seguridad, acuérdate que a cualquier momento todo puedo derrumbarse. No son éstos, y no habrá motivos humanos que podrán traerte la seguridad eterna. Todos son pasajeros. Quién sabe si no es el momento que re-evalúes tus conceptos y tranquilamente te arrodilles a los pies de la cruz de Jesús. Pues, allí verás al gran Dios que te llama de brazos abiertos y te asegura seguridad después de la muerte.

Oremos: Amado Salvador Jesús, gracias por el amor que me diste al morir en la cruz del calvario. Que yo siempre pueda disfrutar de esta seguridad eterna. Por Jesucristo. Amén