Deja a Dios participar de tu vida

La frustración y la derrota no son bienvenidas en la vida de las personas. En todo lo que hacemos intentamos evitar la decepción. Queremos que nuestros propósitos sean bien sucedidos. A veces, la decepción es inevitable, y caemos al vacio, quedándonos deprimidos. Muchas veces esto sucede cuando nuestros planes son incompletos y basados en nuestros limitados conocimientos. Nos olvidamos, que para nuestros planes y propósitos, es muy importante contar con la participación de nuestros Señor y Dios. Siente tú también la alegría de vivir, dejando a Dios participar de tus decisiones y de tus objetivos en la vida. Dios nos perdona y nos reintegra a una relación de paz con Él, para una vida de esperanza y de paz interior, por medio de Jesucristo.

Oremos: Amado Dios, ayúdame a ponerte en primer lugar en todos los planes y momentos de mi vida. En el nombre de Jesús. Amén

“Todo esto es obra de Dios, quien, por medio de Cristo, nos reconcilió consigo mismo y nos dio el encargo de anunciar la reconciliación.” (2 Corintios 5:18)