Fuerzas

El árbol plantado al borde de las aguas no se seca, sino que mantiene sus hojas verdes y produce los frutos de su especie. De la misma manera, aquel que confía en el Señor y en Él espera, recibe la fuerza que necesita para también continuar produciendo frutos, esto es, vencer el miedo, la desesperación y el desánimo. Esta fuerza está en el agua que es la Palabra de Dios, reveladora y transmisora del amor, del perdón, de la misericordia y de la vida eterna que Cristo conquistó con Su muerte y resurrección, para todos los que en Él esperan.

Oremos: Señor, Dios nuestro, nosotros te rogamos que bendigas a todos los enfermos, dándoles fe y esperanza. Permite que, según Tu Santa Voluntad, ellos no se desanimen ni dejen de producir los frutos del amor. Por Cristo Jesús, nuestro Señor y Salvador. Amén.

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).